John White Alexander (1856–1915) es uno de los mayores representantes del arte americano del último cuarto del siglo XIX, que se caracteriza por ser internacional y cosmopolita. Inició su carrera como ilustrador, luego retratista, destacando en su obra los murales de la Librería del Congreso en Washington y del Instituto Carnegie.
Consistente con las corrientes artísticas de ese momento, el arte de Alexander es formal, de temas recatados, de estilo realista.
Predominan en sus temas figuras decorativas de mujeres, muy bien delineadas, con composiciones asimétricas, y en las que predominaban los tonos bajos y poco abundantes, y cuyo objetivo era, sobretodo, estético.
