La Tate Modern, en cooperación con el Art Institute de Chicago, expone hasta el 27 de mayo la mayor retrospectiva en veinte años del artista pop por antonomasia, Roy Lichtenstein, un pionero que en los años 60 creó un estilo nuevo y diferente, inspirado en los procesos de impresión industrial. Más de 125 dibujos y esculturas, desde sus clásicas heroínas románticas y escenas de guerra hasta sus primeros trabajos, recorren la exploración artística de Lichtenstein y sus respuestas al futurismo, surrealismo y expresionismo. Algunas de sus piezas nunca antes se habían mostrado en el amplio contexto de su obra, como una serie de desnudos femeninos y paisajes chinos
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