A partir de una propuesta del Museo ABC del Dibujo y la Ilustración, Morilla
toma prestado, para pervertirlo, el título del célebre texto de Adolf Loos, Ornamento
y delito de 1908, el artista se adentra, como es habitual en su obra, en
los intrincados mundos del arabesco, del ovillo, del garabato y del nudo. Son
fórmulas evidentes de la complejidad y, al tiempo, de la sutileza. De sus
marañas de hilos vemos aparecer fragmentos de cuerpos humanos y animales y nos
preguntamos sobre la forma y el uso del objeto. (¿útil contenedor o simple
decoración?)
Hoy y hasta el domingo, Santiago Morilla estará exponiendo
su obra en JustMad. 2104.