miércoles, 4 de julio de 2012

PININFARINA







Pininfarina, más allá de ser el emblemático diseñador fetiche del automovilismo, principalmente en Ferrari y Maserati, pero también bajo firmas como Rolls Royce, Alfa Romeo o Lancia, ha probado suerte en otras muchas facetas: a Sergio Pinifarina le gustaba hablar de arquitectura. No sólo eso: le gustaba hablar como los arquitectos, insistir a sus colaboradores en que dieran "soluciones sencillas" para los problemas que les planteaban sus diseños. Hablaba de pureza, de simplicidad, rehuía los pliegues...

Y no era hablar por hablar. Pininfarina, fallecido ayer, representa una época en la que el diseño de automóviles tenía mucho que ver con el arte de su tiempo. Una obra suya (un Cistalia) se expusó en el MoMA,
Casualmente, Ahora mismo se están exponiendo -hasta el 15 de julio- las creaciones de Pininfarina en el Italian Cultural Institute de Belgrave Square Londres.